Intransigencia de responsable de aduana del Espino provoca perdidas economicas
La Esteliana/lastenia.accioninformativa@yahoo.es
Ciudad de Esteli, norte de Nicaragua. La intransigencia y falta de beligerancia de funcionaria responsable de la Aduana del Espino, paso fronterizo con Honduras en vía Panamericana, provoca fuertes perdida económicas a importadores de vehículos usados y particulares que regresan de los Estados Unidos a Nicaragua.
"Yo para comprar esta camioneta a un señor que venia de los Estados tuve que vender una moto y ya tengo como 5 meses, entonces le pedimos a nuestro gobierno que dice ser cristiano Socialista y solidario, que aplique eso que dice, porque estamos demasiadamente afectados", dijo Frankling propietario de una de las 34 camionetas ancladas en la aduana el Espino.
En similares circunstancias se expreso Oscar, un nicaragüense con ciudadanía norteamericana que hace unos meses tomo la decisión de regresar por tierra a Nicaragua, en su camioneta Toyota Tundra del año 2002.
Cruzo las fronteras de México, Guatemala, El Salvador y Honduras sin mayores complicaciones y al llegar a Nicaragua se encontró con que en este país las autoridades de aduana tenían en vigencia una ley que no le permitía ingresar su vehículo a territorio nacional.
"Venia en muy buen estado y ahora se encuentra totalmente deteriorada" se lamenta Oscar, pues su vehículo de color blanco parece marrón, ya no tiene focos porque los ladrones se la han chapeado.
En el Espino se encuentra como responsable de Aduana una persona de nombre Maria Jose Mendoza, quien al ser consultada sobre la negativa de que estas personas retiren sus camionetas de la frontera, se limito a mostrar en la pantalla del monitor de su computadora este anuncio de la Dirección General de Aduanas
Donde dice que se prohíbe la importación de vehículos automotores con mas de diez años de fabricación.
Los y las afectadas lo único que le piden al gobierno, autodenominado de paz y reconciliación nacional, es que se pongan la mano en la conciencia y les permitan retirar sus vehículos de la frontera y dales el uso correspondiente, ya que en algunos casos invirtieron plata prestada en los bancos, a prestamistas y otros han invertido sus propios recursos.
En su mayoría son vehículos para uso personal y de trabajo.
Si al final el gobierno de nicaragua toma la decisión de no entregárselos, estarían perdiendo alrededor de 170 mil dolares americanos y junto a ellos los bienes que pusieron en prenda para comprarlos, sus casas puestas en prenda y algunos bienes raíces como terrenos.
Situación que parece no importarle ni a los funcionarios de alto nivel, ni a la responsable del puesto del Espino ya que según ella esa decisión no es competencia de ella tomarla.
El gremio periodístico de Madriz, le tiene miedo a esta funcionaria porque al enterarse que la buscan para entrevistarla les hecha a la policía nacional y a funcionarios de aduana que resguardan el lugar.
Tal es la intransigencia de esta funcionaria gubernamental que a pesar de ser pagada con recursos del estado, producto de los impuestos de los nicaragüenses, se niega rotundamente a brindar declaraciones sobre las consultas que se le hacen y adopta una postura represiva.
En las instalaciones de la aduana se observan enseres domésticos tirados a la intemperie, vehículos saqueados y destruidos por el tiempo de estar en el lugar, en total abandono, porque aunque han sido retenidos por autoridades del puesto fronterizo nadie se responsabiliza por ellos.
Ciudad de Esteli, norte de Nicaragua. La intransigencia y falta de beligerancia de funcionaria responsable de la Aduana del Espino, paso fronterizo con Honduras en vía Panamericana, provoca fuertes perdida económicas a importadores de vehículos usados y particulares que regresan de los Estados Unidos a Nicaragua.
"Yo para comprar esta camioneta a un señor que venia de los Estados tuve que vender una moto y ya tengo como 5 meses, entonces le pedimos a nuestro gobierno que dice ser cristiano Socialista y solidario, que aplique eso que dice, porque estamos demasiadamente afectados", dijo Frankling propietario de una de las 34 camionetas ancladas en la aduana el Espino.
En similares circunstancias se expreso Oscar, un nicaragüense con ciudadanía norteamericana que hace unos meses tomo la decisión de regresar por tierra a Nicaragua, en su camioneta Toyota Tundra del año 2002.
Cruzo las fronteras de México, Guatemala, El Salvador y Honduras sin mayores complicaciones y al llegar a Nicaragua se encontró con que en este país las autoridades de aduana tenían en vigencia una ley que no le permitía ingresar su vehículo a territorio nacional.
"Venia en muy buen estado y ahora se encuentra totalmente deteriorada" se lamenta Oscar, pues su vehículo de color blanco parece marrón, ya no tiene focos porque los ladrones se la han chapeado.
En el Espino se encuentra como responsable de Aduana una persona de nombre Maria Jose Mendoza, quien al ser consultada sobre la negativa de que estas personas retiren sus camionetas de la frontera, se limito a mostrar en la pantalla del monitor de su computadora este anuncio de la Dirección General de Aduanas
Donde dice que se prohíbe la importación de vehículos automotores con mas de diez años de fabricación.
Los y las afectadas lo único que le piden al gobierno, autodenominado de paz y reconciliación nacional, es que se pongan la mano en la conciencia y les permitan retirar sus vehículos de la frontera y dales el uso correspondiente, ya que en algunos casos invirtieron plata prestada en los bancos, a prestamistas y otros han invertido sus propios recursos.
En su mayoría son vehículos para uso personal y de trabajo.
Si al final el gobierno de nicaragua toma la decisión de no entregárselos, estarían perdiendo alrededor de 170 mil dolares americanos y junto a ellos los bienes que pusieron en prenda para comprarlos, sus casas puestas en prenda y algunos bienes raíces como terrenos.
Situación que parece no importarle ni a los funcionarios de alto nivel, ni a la responsable del puesto del Espino ya que según ella esa decisión no es competencia de ella tomarla.
El gremio periodístico de Madriz, le tiene miedo a esta funcionaria porque al enterarse que la buscan para entrevistarla les hecha a la policía nacional y a funcionarios de aduana que resguardan el lugar.
Tal es la intransigencia de esta funcionaria gubernamental que a pesar de ser pagada con recursos del estado, producto de los impuestos de los nicaragüenses, se niega rotundamente a brindar declaraciones sobre las consultas que se le hacen y adopta una postura represiva.
En las instalaciones de la aduana se observan enseres domésticos tirados a la intemperie, vehículos saqueados y destruidos por el tiempo de estar en el lugar, en total abandono, porque aunque han sido retenidos por autoridades del puesto fronterizo nadie se responsabiliza por ellos.
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