Maduro endurece presion contra Globovision
La Esteliana/lastenia.accioninformativa@yahoo.es
El canal Globovisión, que ya debe estar acostumbrado a los procesos administrativos,
de nuevo está en el punto de mira de la Comisión Nacional de
Telecomunicaciones (Conatel). Desde el 30 de septiembre de 2013 es
objeto de otro proceso sancionador, por lo que podría pagar una multa de
10% de su ingreso bruto del año fiscal anterior por haber difundido
información sobre la carestía (de productos básicos, de electricidad,
etc.) que afecta actualmente al país, incluida la prensa escrita, sobre
todo la local, que carece de papel.
Basándose en la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resortemec),
el presidente Nicolás Maduro equiparó la información sobre el
desabastecimiento a la “propaganda de guerra”, “que podría generar
zozobra en la ciudadanía” (en términos de la ley) incitándola a efectuar
“compras compulsivas”. Hace más de un año utilizó argumentos del mismo
tipo para imponer una censura generalizada en un caso de presunta contaminación de agua potable.
“Una vez más una ley mal formulada sirve para justificar
las órdenes terminantes del poder ejecutivo a favor de la censura. Así,
el sólo hecho de mencionar la carestía equivale a ‘desestabilizar el
país’ y provocar ‘zozobra entre la población’, que sería demasiado
ignorante para no darse cuenta por sí misma de la situación. De esta
manera el poder ejecutivo se arroga el derecho de decidir lo que es de
interés púbico y lo que es mediáticamente tolerable. Esta censura es aún
más grave puesto que los ciudadanos venezolanos ya no pueden protestar
contra ella apoyándose en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos,
pues Venezuela lo abandonó el 10 de septiembre pasado. ¿La única
vocación de los medios de comunicación venezolanos será difundir cadenas
oficiales?”, se pregunta Reporteros sin Fronteras.
Este episodio constituye un nuevo revés para los medios
de comunicación, que de por sí enfrentan dificultades económicas y
políticas.
En el plano económico, las escasez de papel ha obligado a
cierto número de periódicos a reducir su número de ejemplares e,
incluso, a suspender su tiraje. Es el caso de los periódicos Diario El Sol, de Maturín, y de Antorcha,
de Anzoátegui, ausentes en los kioscos por un plazo indefinido desde el
mes de agosto. Muchos diarios han reducido paginación, como El Impulso, de Barquisimeto, que pasó de cuatro a dos cuerpos, y otros dejaron de circular ciertos días, como La Prensa, de Anzoátegui, que no publica los fines de semana.
En el plano político y administrativo, el presidente
Nicolás Maduro anunció el 10 de septiembre que habrá dos cadenas
obligatorias diarias para todos les medios de comunicación
audiovisuales. Estos mensajes oficiales, empleados de forma abusiva con
fines de propaganda, nunca han sido objeto de la mínima regulación
respecto a su frecuencia, duración y contenido.
El cierre de algunas radios influye en este preocupante
clima general. En el estado de Amazonas cuatro estaciones dejaron de
transmitir en el mes de septiembre por intervención de la Conatel: La Voz del Orinoco, Chamánica, La Deportiva e Impacto. En los cuatro casos, además de que el gobierno les quitó su frecuencia, confiscó su equipo.
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