Hambruna en zonas afectadas de Somalia se extiende

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Por Charlene Porter
Redactora

Washington - Las condiciones de hambruna se están extendiendo en el sur de Somalia, según informa un grupo de análisis, y hay seis regiones del país ahora afectadas, lo que significa que 750.000 personas afrontan "la muerte inminente por inanición".

El Sistema de alerta temprana para casos de hambruna (FEWS NET) dio a conocer sus últimas conclusiones sobre la extensión de las dificultades que se padecen en el África Oriental el 5 de septiembre. FEWS NET es un grupo de análisis que predijo la probabilidad de hambrunas hace más de un año, basándose en un minucioso estudio de las precipitaciones, las condiciones del crecimiento de las cosechas y la producción. Con fondos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), FEWS NET trabaja con la Unidad de Análisis de Seguridad Alimentaria y Nutrición (FSNAU), una entidad respaldada por la ONU, para hacer el seguimiento de alrededor de 30 países proclives a las hambrunas y alertar a la comunidad de asistencia internacional sobre el posible desarrollo de situaciones de crisis humanitaria.

El informe de FEWS NET-FSNAU añade la región de la Bahía en el sur de Somalia a la lista de regiones previamente declaradas en situación de riesgo de hambruna, incluyendo distritos de las regiones baja y media Shabelle, el corredor de Afgoye y las personas internamente desplazadas que han llegado a Mogadiscio en busca de ayuda debido a que en sus aldeas no había suministros suficientes.

El informe concluye que hay un total de cuatro millones de personas en Somalia que están en crisis, de las cuales 750.000 "están en riesgo de morir durante los próximos cuatro meses si no se produce una respuesta adecuada". El número de personas que se calcula que está en crisis ha aumentado desde los 3,7 millones que se habían calculado en julio. Decenas de miles de personas ya han muerto y el informe indica que 3,3 millones necesitan ayuda que les salve la vida. Prevé que las condiciones de hambruna alcanzarán todas las zonas del sur de Somalia en los próximos meses.

Aunque la desnutrición y la posibilidad de hambruna son más graves en Somalia, en Kenia, Etiopía y Yibuti también hay una escasez grave de alimentos. Se calcula que más de 12 millones de personas están pasando necesidades en los cuatro países.

Estados Unidos es el país donante que más aporta en solitario a la asistencia. El compromiso de Estados Unidos a las donaciones de ayuda alcanzó los 600 millones de dólares con una nueva contribución de 23 millones de dólares anunciada por el administrador de USAID Rajiv Shah el 31 de agosto ( http://iipdigital.usembassy.gov/st/spanish/article/2011/09/20110902113908x0.8449453.html ). En gran parte, esta ayuda se destina a la ONU y a las organizaciones humanitarias que proporcionan los servicios de auxilio directamente. Una hoja informativa de USAID indica que la última asistencia "ayudará a tratar a niños severamente desnutridos, mejorar el acceso a agua potable sana y a instalaciones sanitarias, y ampliará la vigilancia de la salud y los esfuerzos de prevención de enfermedades". Además, algunos de los fondos se trasladan directamente a miembros de las comunidades a los que se ha contratado para ayudar en las operaciones humanitarias, lo que al mismo tiempo crea un influjo de ingresos en efectivo en las comunidades.

La peor sequía que la región haya experimentado en 20 años y las malas cosechas posteriores han afectado la vida de cerca de 12,5 millones de personas en el África Oriental. Una gráfica en el informe de 5 de septiembre de FEWS NET-FSNAU coloca la cosecha de cereales de 2011 en la región en unas 55.000 toneladas, comparada con la cosecha de 2010 de alrededor de 325.000 toneladas.

Muchas personas de esta región se dedican al pastoreo y crían rebaños de animales, en su mayoría cabras, vacas y ovejas, como fuente de ingresos y nutrición. Sin embargo, las condiciones de sequía han asolado gran parte de la región, por lo que los pastores han viajado largas distancias que no son habituales para encontrar pastos para los animales en zonas en las que la tierra tiene algo más de vegetación. No obstante, esta situación ha congregado a demasiados animales en zonas con pastos y agua limitados.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación calcula que los rebaños sufrirán una tasa de mortandad de hasta el 60 por ciento en el vacuno, 40 por ciento en las ovejas y 30 por ciento en las cabras, aunque no se han realizado cálculos oficiales de las pérdidas. Pérdidas de esta magnitud tendrían un "profundo impacto en lo que respecta a la economía doméstica así como nacional", según indica un informe de la situación de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.

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