Declaraciones de Clinton en la Conferencia de Seguridad de América Central (SICA

La Esteliana/lastenia.accioninformativa@yahoo.es
 22 de junio de 2011
Hotel Westin Camino Real
Ciudad de Guatemala, Guatemala

SECRETARIA CLINTON: - Muchas gracias presidente Colom, y permítame agradecer también al ministro de Relaciones Exteriores Rodas y al secretario general Alemán por auspiciar esta conferencia internacional tan importante. Creo, por lo que ya hemos oído, que los conferencistas han captado la escala de nuestro desafío común y la urgencia de nuestra respuesta común.

La concurrencia presente aquí hoy es una expresión de responsabilidad compartida y un testimonio del sentido compartido de crisis y una preocupación aguda y creciente por la violencia y la criminalidad que afectan a nuestros amigos y vecinos en América Central. Todos conocen las estadísticas, las tasas de asesinato que superan los niveles de guerra civil, los ciudadanos que consideran la seguridad su principal preocupación, la violencia que afecta negativamente el desarrollo económico y la inversión extranjera directa, las amenazas a la democracia, los impactos en las poblaciones más vulnerable de la sociedad, especialmente mujeres y niños.

Pero no hay necesidad de analizar las estadísticas, porque muchos de ustedes en de esta mesa viven estos hechos brutales todos y cada uno de los días. Al venir aquí para esta importante conferencia, reconocemos una verdad muy básica, que ningún país puede superar estos hechos por sí solo. Se necesitará la acción coordinada de todos nosotros. Por eso, cuando el presidente Obama estuvo de visita en América Central en marzo, prometió que Estados Unidos haría su parte mediante una nueva asociación que coloca el enfoque donde debe ser, en la seguridad de los ciudadanos.

Y hoy, estoy aquí y tengo el privilegio de hablar acerca de cómo pensamos avanzar con esa asociación y cumplir la promesa de responsabilidad compartida. La responsabilidad compartida es obviamente el primer paso, pero significará poco si no la acompaña una estrategia compartida, e incluso, una estrategia compartida significará poco si no la apoya la voluntad y la persistencia de aplicarla por parte de todos los sectores de la sociedad y todos los socios internacionales.

La estrategia debe reflejar la naturaleza trasnacional del desafío que encaramos. Los cárteles y los delincuentes no se contienen en las fronteras y por tanto nuestra respuesta tampoco debe hacerlo. La declaración de SICA señala la ruta hacia adelante: fortalecer las instituciones del estado de derecho, atacar de frente a las organizaciones delictivas, y rehabilitar a aquellos que ya han caído en la criminalidad al tiempo que se evita que los jóvenes tomen desde un principio ese camino, eliminar la corrupción, y asegurar que las instituciones sean responsables y efectivas, todo eso es esencial. Establecer fuerzas policiales y tribunales que estén bien financiados y equipados, que sean capaces de proteger los derechos humanos y que se ganen la confianza de las comunidades a las que sirven es también esencial.

Es evidente que para hacerlo así, los países aquí representados y los líderes extraordinarios que están aquí representando a sus países deben tener los recursos que necesitan. Las empresas y los acaudalados de cada país tienen que pagar su parte justa de impuestos y convertirse en socios con participación plena en un esfuerzo de toda la sociedad, puesto que la verdadera seguridad nunca se producirá si toda la carga la tienen los pobres. La sociedad civil debe ser un socio pleno en la definición y aplicación de soluciones a largo plazo. Y ayer, los grupos de la sociedad civil aquí presentes emitieron su propia declaración, que es tan crucial como los compromisos hechos por SICA y los gobiernos.

Y aún en estos tiempos económicos difíciles, al enfrentar la amenaza de la criminalidad y la violencia, también debemos continuar invirtiendo en la educación y los empleos. Esa es la mejor manera de facultar a los ciudadanos para que se ocupen de sus propios destinos. Estados Unidos los apoyará a ustedes con apoyo sostenido para esta estrategia, y permítanme que agregue que lo hacemos así porque nos importan los ciudadanos de esta región y por nuestro sentido de obligación con nuestros vecinos, pero además porque sabemos que la ola de violencia que afecta a América Central amenaza también a nuestro propio país; y por lo tanto, consideramos esto no sólo una obligación, sino también una responsabilidad mutua.

Por la labor que Estados Unidos ha apoyado en Colombia y ahora en México, sabemos que el buen liderazgo, las inversiones proactivas y las asociaciones comprometidas pueden hacer que las cosas cambien. Cuando el presidente Obama visitó San Salvador, dijo que empezaríamos por invertir más de 200 millones de dólares en los esfuerzos dirigidos por América Central para atender la deteriorada seguridad ciudadana. En realidad, la financiación de Estados Unidos para la Asociación de Seguridad Ciudadana de América Central irá más allá de eso. Ustedes han identificado sus prioridades, han establecido su estrategia, y nosotros responderemos con casi 300 millones de dólares este año, con el apoyo de un plan de acción que se enfoca en inversiones de alto impacto para ayudarles a construir nuevas capacidades y crear las reformas internas que necesitan.

Nuestras inversiones brindarán apoyo a unidades especiales de policía que ya han sido aprobadas, iniciativas como el Observatorio Regional de Criminalidad del SICA que aunará la tecnología, los datos y la inteligencia, apoyo para capacitar a jueces y fiscales, un fondo para impulsar la reforma fiscal, y un nuevo programa de subvenciones a los desafíos (Challenge Grant) que se inicia este año con una dotación de 20 millones de dólares destinados a respaldar iniciativas dirigidas a fortalecer el estado de derecho. Y, como es habitual, apoyaremos los esfuerzos para proteger y facultar a mujeres y niñas que con demasiada frecuencia son el blanco de gran parte de la violencia.

También vamos a apoyar programas que han demostrado que mantienen a los jóvenes alejados de la actividad delictiva. Y para ello, exhorto al sector privado de la región a que se unan a nosotros. En un nuevo programa que se ha puesto en marcha en El Salvador, contamos con socios del sector privado que se han comprometido a que, por cada dólar que Estados Unidos prometa para la prevención del delito, el sector empresarial en El Salvador invertirá tres. Yo acogería con agrado que el sector privado de toda la región participase en este enfoque tan innovador.

Sabemos que la demanda de drogas se origina en gran parte en mi propio país. Así que, por tercer año consecutivo, el presidente Obama ha solicitado más de 10.000 millones de dólares para financiar la reducción de la demanda a través de la educación, el tratamiento y la prevención en Estados Unidos. Al mismo tiempo, estamos acelerando nuestros esfuerzos en la aplicación de la ley para erradicar las filiales estadounidenses de las organizaciones criminales transnacionales y estamos intensificando nuestro ataque contra las redes de tráfico de armas.

Ahora bien, lo que es de suma importancia es que la ayuda de Estados Unidos es sólo parte de un compromiso más grande y creciente. La ayuda que proviene del Grupo de Amigos alcanza un total de casi 1.000 millones de dólares este año. Y por primera vez, vamos a coordinar la asistencia de manera sistemática. Tenemos la intención de establecer un mecanismo eficaz y de alto nivel que garantice la coordinación constante, para que cada dólar cuente al reforzarse mutuamente y evitar la duplicidad. La conferencia de hoy no debe ser un esfuerzo de una sola vez.

Varias de las instituciones y países representados aquí hoy desempeñarán un papel singular. El BID ha tomado la delantera. Tanto ese organismo como el Banco Mundial aportarán su experiencia y recursos cruciales. Colombia y México, guiados por sus propias experiencias, proporcionan liderazgo y asistencia de valor incalculable. Los gobiernos centroamericanos que tienen éxitos que compartir también apoyan a sus vecinos. Chile, Canadá y nuestros amigos europeos han intervenido con un compromiso aún mayor.

Por supuesto, SICA será esencial para coordinar esta estrategia regional. Por ese motivo, me complace anunciar que Estados Unidos solicitará la condición de observador en el SICA. Es otra demostración del compromiso de la administración Obama con las alianzas y el trabajo en estrecha colaboración con las instituciones regionales.

De modo que tenemos una responsabilidad compartida y ahora tenemos que verla en acción. Pero voy a recalcar que el liderazgo debe originarse en América Central, y no sólo en los gobiernos, sino también el sector privado y la sociedad civil. Todos vamos a ser socios preparados, pero queremos y tenemos que seguir su iniciativa.

Hay modelos que indican el camino. En Guatemala, la CICIG ha trabajado con el gobierno y los ciudadanos para hacer frente a la corrupción y la impunidad. La Comisión de Reforma de la Policía, bajo el valiente liderazgo de Helen Mack, ha iniciado una importante revisión institucional. El presidente Obama vio otros ejemplos alentadores en su reciente visita a El Salvador. Presidente Funes: Me impresionan sus logros con la policía comunitaria y su iniciativa para la adopción de un impuesto especial que financie las actividades de seguridad ciudadana.

Se pueden citar muchos otros ejemplos de cada país, pero lo importante es que tenemos que coordinarlos, aprendamos lecciones de esos ejemplos, tomemos lo que funciona y apliquemos las prácticas óptimas a ese esfuerzo de seguir y llevar a efecto la estrategia que se adopte. Por tanto, Estados Unidos y el Grupo de Amigos estarán con ustedes, y con el liderazgo adecuado y la cooperación, avanzaremos.

Como dijo en su intervención la ministra de Asuntos Exteriores Jiménez, fueron los centroamericanos quienes, trabajando en estrecha colaboración a nivel regional, pusieron fin a las guerras civiles hace dos décadas, y serán de nuevo los centroamericanos, trabajando juntos a nivel regional quienes derrotarán a la criminalidad y la violencia que siembran inseguridad entre sus ciudadanos. Seremos sus socios mientras ustedes definen y son líderes de la vía a seguir.

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