Los partidos y el aborto
La Esteliana/lastenia.accioninformativa@yahoo.es
Por Sara Lovera
Nada
es tan curioso como mirar desde lejos y a lo lejos los díceres de
líderes políticos, hombres o mujeres según los tiempos políticos y las
urgencias de ganar votos, simpatías, adeptos para mantenerse en el
poder.
Hace
como 18 o 20 años yo escribí que en México la despenalización del
aborto no podría darse sin el concurso y la iniciativa del entonces
partido de Estado o único, que era el Partido Revolucionario
Institucional (PRI).
Fue
un asambleísta priista el que comenzó en la Asamblea con una propuesta
superficial y arrebatada. Las feministas le tomaron la palabra y un
grupo de ellas, encabezadas por las integrantes de GIRE se dieron a la tarea de conformar la propuesta para el Distrito Federal que finalmente fue defendida y abanderada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Así es la capital del país la primera en garantizar el derecho de interrumpir un embarazo
desde abril de 2007.
Unos
años antes desde el palacio del ayuntamiento en el Zócalo capitalino se
nos había prohibido tocar el tema, allá en la época del gobierno de
Cuauhtémoc Cárdenas, sin embargo la coyuntura política que ofreció la
cerrazón absoluta del gobierno de Guanajuato, permitió salir adelante
con la conocida Ley Robles, que estableció por primera vez desde la
Revolución Mexicana , un mecanismo para hacer efectivo el aborto legal, o
sea aquellas excepciones en los códigos penales que permitían la
interrupción de un embarazo, como en el caso de violación.
Llama
poderosamente la atención el cambio de rumbo en el PRI, ansioso de
poder y de querer volver a Los Pinos, a la dirigencia máxima del país, a
la presidencia de la República.
Entre
2008 y 2010 muchos diputados locales fueron socios militantes de los
congresistas del Partido Acción Nacional (PAN) que promovieron en casi
23 estados de la República dar derechos civiles al feto y señalar que la
vida civil comienza con la concepción, lo que derivó en un avance
significativo para prohibir el aborto totalmente y sin excepciones. En
18 entidades lo han conseguido.
Los
diputados priistas votaron estas iniciativas en decenas de casos. La
dirigencia del PRI, encarnada en Beatriz Paredes hizo mutis. Oí decir en
televisión a la dirigente que respetaba la pluralidad; sus amigas o
colaboradoras defendían el punto, mientras ella hacia acuerdos con los
obispos y con cuanta derecha podía, para ir ganando elecciones en
distintas entidades del país. Ella antigua feminista y liberal,
inteligente y simpática, había decidido acabar con sus principios, en
nombre de la política y el poder.
Por eso llama la atención poderosamente que la nueva dirigencia priista, la que encabeza el profesor, ex gobernador del conservador estado de Coahuila, Humberto Moreira esté
abriendo el debate, diciendo que personalmente él está de acuerdo con
el derecho a interrumpir un embarazo y que las mujeres tienen que
opinar.
Antes en
Puebla el diputado local Juan José Espinosa, del partido Convergencia,
también se ubicó en el derecho de las mujeres. Y luego luego el senador
perredista Carlos Navarrete, a quien no le conozco más allá del discurso
y solamente, también dijo que haría una propuesta en esa Cámara donde
manda Manlio Fabio Beltrones.
No
cabe duda de que el tema, con toda la promoción, campaña, movilización
que han hecho las mujeres del Pacto por la Vida , la Libertad y los
Derechos de las Mujeres, ha tenido efecto, al
menos ha puesto en la mesa éste tremendo asunto, que ha llevado a
decenas de mujeres a la cárcel en los últimos años. No cabe duda que la
movilización, la toma de la calle, la difusión y la organización de las
mujeres es lo que hace posible estas posturas de dirigentes que ni
piensan en los derechos de las mujeres y significativamente en su vida
regular son machos, excluyentes y antidemocráticos.
Pero
es plausible esta presión política ejercida por el Pacto, que ahora ha
denunciado con toda su fuerza, cambiando hasta de orientación la mirada
de decenas de periodistas, hombres y mujeres, lo que significan 23 años
de cárcel para Leslie Karina Díaz Zamora, acusada de homicidio
equiparado en grado de parentesco, una figura usada por los jueces
contra las mujeres en Guanajuato, Hidalgo, Veracruz, Puebla y ahora en
Baja California. No se tiene la cuenta exacta pero por lo menos 70
mujeres han sido acusadas procesadas de este
modo. Sólo en Hidalgo y Puebla casi 30; se habla ahora de 25 en Baja
Californi y más de 20 en Guanajuato. Algunas están en la cárcel.
De
eso se trata una marcha programada para el próximo viernes. Una
movilización, una protesta, no esa callada actitud de unas, que sienten
tener la verdad de las mujeres, sentadas alrededor de la mesa del
Secretario de Salud en turno o de un procurador. Ahora las mujeres dan
la cara y toman nota. Que se cuiden los y las políticas que hablan para
ganar votos, sin convicción, sin historia, sin verdadero interés, porque
movilizadas y en la calle, las mujeres les van a exigir congruencia.
Y lo más curioso. Ahora los priistas contra la alianza del PAN con el PRD, en eso tienen razón. A ver cómo les
va a las Oaxaqueñas y a las Poblanas o a las Sinaloenses, con esas
patrañas y madejas movedizas donde por el poder, todo se vale, incluso
juntar el agua con el aceite. Veremos.
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