Día Mundial de la Salud trata de ayudar a ciudades ante el cambio climático

La Esteliana
Por Cheryl Pellerin
Redactora

Washington - La meta del Día Mundial de la Salud 2010, cuyo lema es "Mil ciudades, mil vidas", es aumentar el conocimiento público acerca de la salud pública en zonas urbanas. El mensaje es de importancia crítica para cientos de millones de habitantes de las ciudades que quizás ya sienten los efectos amenazadores del cambio climático.

El 7 de abril se ha conmemorado como el Día Mundial de la Salud desde 1950 como homenaje a la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año, la OMS escoge un tema clave de salud mundial y organiza actos internacionales, regionales y locales ese día y durante todo el año para destacar el tema. Para la campaña de este año se han organizado eventos relacionados con la urbanización y la salud en todo el mundo del 7 al 11 de abril.

La vulnerabilidad de los asentamientos humanos -en momentos en que la mitad de la población del mundo vive en ciudades- se estima que aumentará debido al aumento del nivel del mar, las inundaciones en el interior de los países, los ciclones tropicales cada vez más frecuentes y más períodos de aumento de calor y propagación de enfermedades que el cambio climático comienza a causar.

"La imagen que viene surgiendo de la ciudad del siglo XXI se corresponde con muchas descripciones", escribió el secretario general de la ONU Ban-Ki-Moon en la introducción del informe del Programa de Asentamientos Humanos de la ONU (ONU-HABITAT), El estado de las ciudades del mundo 2010/2011: La reducción de la brecha urbana.

"Algunas son focos de rápido crecimiento industrial y creación de riqueza, a menudo acompañados de desechos perjudiciales y contaminación. A otras las caracteriza el estancamiento, el deterioro urbano y la creciente exclusión e intolerancia sociales", escribió. "Ambos escenarios señalan la necesidad urgente de enfoques de desarrollo urbano nuevos y más sostenibles. Ambos exigen pueblos y ciudades más verdes, más resistentes e inclusivas que puedan ayudar a combatir el cambio climático y resolver las inequidades urbanas de larga data".

LAS CIUDADES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

Para 2015, según informa ONU-HABITAT, 952 millones de personas (el 77 por ciento de la población) en el mundo desarrollado vivirá en zonas urbanas, junto con 2.900 millones (el 48,7 por ciento) en las regiones en desarrollo.

En las hacinadas ciudades del mundo, el cambio climático puede dañar la infraestructura y limitar el acceso a los servicios urbanos básicos y a la atención sanitaria. Los más afectados son los pobres de zonas urbanas, los que viven en los barrios pobres de los países en desarrollo.

Para incrementar la preparación para el cambio climático en las ciudades de los países en desarrollo, la Iniciativa de las Ciudades y el Cambio Climático de ONU-HABITAT trabaja inicialmente con las ciudades piloto de Esmeraldas, en Ecuador; Kampala, en Uganda; Maputo, en Mozambique; y la Ciudad de Sorsogon, en las Filipinas, en el desarrollo de estrategias innovadoras para el cambio climático y herramientas para las autoridades locales.

La iniciativa ayudará a establecer políticas, estrategias, herramientas, mecanismos financieros y alianzas para la adaptación y mitigación.

Por ejemplo, a Esmeraldas, una ciudad costera en el extremo nororiental de Ecuador, se la considera vulnerable al cambio climático principalmente debido a su ubicación. Las inundaciones y los deslizamientos que se producen en la época de lluvias y las sequías de la temporada seca probablemente aumenten.

Las evaluaciones iníciales realizadas allí encontraron que la adaptación al cambio climático en la ciudad y sus alrededores exige una combinación de controles del uso de la tierra, modificaciones de infraestructura, cambios en las pautas de consumo de energía, capacitación y mejor gobierno. Entre las modificaciones de infraestructura cabe destacar la construcción de sistemas de almacenamiento de agua río arriba y sistemas y diques para controlar las inundaciones y proteger los vecindarios propensos a las inundaciones. Y las herramientas institucionales, como los planos de clasificación de zonas, son necesarias para mejorar el gobierno y la administración urbanos.

En Kampala, la capital de rápido crecimiento de Uganda, los nuevos asentamientos, muchos de ellos provisionales, se levantan en zonas propensas a las inundaciones. La enorme dependencia de la leña y el carbón para calefacción y cocina contribuye a la contaminación atmosférica y a la deforestación.

Puesto que se necesitan viviendas que consuman poca energía, o ninguna, la iniciativa está contribuyendo en la elaboración de un código de edificación de viviendas que incluya la eficiencia energética. El ecosistema de la ciudad se ve amenazado por la destrucción de las ciénagas, la pérdida de la biodiversidad y la erosión del suelo. La conservación y gestión del ecosistema son elementos importantes de la adaptación al cambio climático, y la iniciativa analiza los efectos del cambio climático en las mujeres y los niños.

Hay también en curso varios proyectos de demostración que incluyen cómo enverdecer a las ciudades, el uso de briquetas de energía alternativa, la utilización de combustible de madera limpia, la incorporación de medidas de protección de viviendas y edificios contra el cambio climático y los sistemas de transporte urbano eficientemente energéticos.