La Esteliana
Reportaje Especial - 30 Aniversario 1
Cómo los estelianos lograron conformar la primera extensión de la
UNAN-Managua en el norte de Nicaragua.
Tres décadas después se mantiene la gratuidad en la educación
superior en la Facultad Regional Multidisciplinaria (FAREM-Estelí).
Más de 3500 graduados y se amplía la oferta a Especializaciones y
Maestrías.



Hace treinta años un grupo de ilustres estelianos soñaba con
la creación de una universidad pública que diera respuesta a la demanda
académica de los bachilleres de la zona norte de Nicaragua.
Después de mucho batallar, el anhelo se hizo realidad gracias al esfuerzo
de personas altruistas, que sin esperar nada a cambio, tocaron
puertas hasta lograr su cometido.
Años de Universidad
Pública en Estelí
omo el Quijote soñó tener algún
día el amor de su Dulcinea,
y su fi el escudero, Sancho
Panza, con gobernar su ínsula, los
Autoridades de León y ciudadanos de Estelí durante el evento de colocación de la primera piedra para la
creación de la Universidad en Estelí.
Reportaje Especial 30 Aniversario. Miércoles, 4 de noviembre de 2009
UNAN Managua U n i v e r s i d a d N a c i o n a l A u t ó n o m a d e N i c a r a g u a
C ciudadanos de Estelí deseaban contar
con una universidad pública que
satisfi ciera la demanda en educación
superior de jóvenes de Las Segovias.
Eran años difíciles: de opresión y dictadura,
de poder y riquezas concentrado
en minorías y de aspiraciones
truncadas. En ese contexto, los estudiantes
que concluían su bachillerato
no tenían opciones para iniciar una
carrera universitaria en su lugar de
origen y debían incurrir en cuantiosos
gastos para trasladarse a León.
En 1972, don Francisco Moreno fue
nombrado Alcalde de Estelí por el
triunvirato gobernante en ese entonces.
En ese año es cuando, junto a su
tesorero Don César Gadea, empiezan
a generar ideas de los proyectos a
desarrollar en la municipalidad, entre
los cuales contemplan la creación
de una universidad. Las autoridades
municipales emprenden la aplicación
de un diagnóstico en las ciudades
de Jinotega, Matagalpa, Nueva
Segovia y Estelí. Como resultado, obtienen
la promesa de mil doscientos
estudiantes dispuestos a cursar sus
estudios superiores, si se apertura
una sede de la Universidad Nacional
Autónoma de Nicaragua (UNAN
León) en Estelí. Con estos datos en
mano, Don Francisco Moreno y Don
César Gadea, se hicieron acompañar
del abogado Arnulfo Barrantes, para
visitar a los miembros de la Junta
Universitaria de la UNAN León y solicitarles
formalmente la aprobación
de una extensión de esa Alma Máter
en Estelí.
¿Crees que crear una universidad
es cosa fácil?
Esa fue la respuesta que obtuvieron
los Quijotes de nuestra historia, de
parte del Doctor Mariano Fiallos
Oyanguren, miembro de la Junta
Universitaria de la UNAN León. En
ese momento, nuestros soñadores
pudieron haber recordado la respuesta
que dio el Ingenioso Hidalgo
a su escudero cuando se enfrentaban
a una dificultad: “Como no estás experimentado
en las cosas del mundo,
todas las cosas que tienen algo de dificultad
te parecen imposibles” Pero
los caballeros de esta historia dieron
otra respuesta:“Yo le dije que sabíamos
que no era nada fácil, pero que
sabíamos que tenían una dependencia
en Jinotepe de la UNAN, que tenía
seis años de existencia y que sólo
contaban con 120 alumnos, y que
nosotros le estábamos ofreciendo
que el primer año íbamos a comenzar
con 1,200 estudiantes los cuales
ya habíamos consultado”. Expresa
don Francisco Moreno, al recordar
ese primer acercamiento con las autoridades
académicas.
“Como todo sueño si uno pone el entusiasmo
y planificación, siempre se
puede realizar una obra y es lo que
nosotros hicimos, además poner en
práctica los sueños, pero con los pies
puestos en la tierra” Reflexiona hoy
Don Cesar Gadea, al ser consultado
sobre la visión que tenían otras personas
de sus ideales en el ámbito de
la educación.
Según el Doctor Arnulfo Barrantes,
el contexto político que se vivía al
momento de realizar sus gestiones,
no era nada favorable para obtener
un visto bueno. Hoy recuerda la forma
en que un Diputado Liberal intentó
hacerlo desistir de su empresa:
“El Presidente de la Republica cree
Reportaje Especial - 30 Aniversario
que León y Managua son dos focos
de subversión, y con estas ideas, vos
le estarías creando otro” Pero estas
palabras, lejos de amedrentarlo, le
impulsaron a continuar el proyecto.
El tiempo fue pasando, entre reuniones,
cabildeos y conversaciones pero
con las autoridades académicas, no se
llegaba a ningún acuerdo; situación
que generó malestar entre nuestros
paladines de la educación superior.
“En la segunda o tercera visita, yo
les manifesté que me extrañaba mucho
que nos vieran con indiferencia,
ya que nosotros teníamos que viajar
más de trescientos kilómetros, y que
mirábamos esa indiferencia de parte
de ellos”. Rememora Don Francisco
Moreno.
Además de tensiones políticas, existía
presión en el ambiente académico
ante las elecciones de nuevos
miembros de la Junta Universitaria.
El Doctor Carlos Tunnerman estaba
entregando su puesto y se disputaban
el cargo el Doctor Alejandro Serrano
Caldera y el Doctor Mariano
Fiallos Oyanguren. Don Cesar Gadea
recuerda que los resultados favorecieron
a Fiallos Oyanguren, quien
a diferencia de Serrano Caldera, se
mostró reacio a la fundación de la
universidad en Estelí.
El esperado “Si”
Mientras esto acontecía, ciudadanos
de Matagalpa y Jinotega estaban solicitando
a la UNAN León la apertura
de una sede en sus respectivas localidades.
Finalmente llegó la hora de la
verdad. En 1974, la Junta Universitaria
(presidida por el Doctor Carlos
Tunnerman) convocó a representantes
de las tres cabeceras departamentales
para tomar la decisión en cual de
ellas se fundaría la casa de estudios
superiores. El ex alcalde de Estelí,
Francisco Moreno, recuerda que los
delegados de Matagalpa y Jinotega
dijeron disponer de cuatro manzanas
de terreno para la construcción de la
casa de estudios. “Cuando me toco
tomar participación, les dije que nosotros
les daríamos 8 manzanas de
tierra y un cheque que, ‘yo’ Francisco
Moreno, donaba a dicho proyecto
por la suma de 100,000 córdobas,
ellos contestaron que sí: se fundaría
la universidad, aquí en Estelí ”.
El tesorero de la municipalidad de
aquel entonces, Don César Gadea,
recuerda cómo obtuvieron el dinero
para la realización del proyecto: “Con
el respaldo económico de Don Chico
Moreno, compramos 45 manzanas
donde hoy es el Barrio El Rosario,
lotificamos y vendimos a 1,200 córdobas
cada lote, lo que tuvo una
gran demanda y así principiamos
a recibir dinero que era destinado
para iniciar la construcción de los
galerones que serían la futura universidad
de Estelí”.
Con mucha algarabía, ante tal resolución,
vino la colocación de la primera
piedra, evento que contó con
la bendición de Monseñor Clemente
Carranza y López, asistieron autoridades
de la UNAN León y ciudadanos
de Estelí. Lamentablemente, luego
de este acto, no se pudo iniciar de inmediato
el proceso de enseña-aprendizaje,
debido a la falta de apoyo de
las autoridades de la UNAN León, a
cargo del Doctor Fiallos Oyanguren,
quien desconoció el acuerdo emitido
durante el mandato del Doctor Carlos
Tunnerman, en el que aprobaba
la creación de la universidad en Estelí.
Es ahí donde las autoridades municipales
y el Doctor Arnulfo Barrantes,
empiezan a tocar otras puertas, logran
contactar al Padre León Pallais,
Rector de la Universidad Centroamericana
(UCA) y consiguen que esa
casa de estudios funcione en Estelí
durante un periodo de cinco años.
Pero el sueño de estos señores estaba
completado a medias, pues ellos perseguían
la gratuidad de la educación,
y en ese sentido, la UCA no llenaba
sus expectativas. Aun así lograron la
profesionalización de trescientos estudiantes.
Una luz al final del túnel
Entre tantos altos y bajos, se da la
guerra de insurrección, y los pabellones
construidos se deterioraron considerablemente.
El proyecto socioeducativo
quedó en suspenso, debido
al contexto sociopolítico que se vivía.
Finalmente, el proyecto educativo
fue retomado y es cuando la Decana
de Educación y Humanidades de la
UNAN Managua, Silvia Villagra contrata
al Profesor Adrián Irías para
que labore como Director del centro
universitario en Estelí, pero sin nombramiento
oficial de parte de la Junta
Universitaria.
“Solo me dijo: te vas a trasladar a
Estelí para asumir la dirección de
la Universidad. ¿Con qué recursos
cuento? -Le pregunté yo- No contamos
con presupuesto, buscá apoyo
en la comunidad” Rememora el
Profesor Adrián Irías, las palabras en
voz de la Decana, en aquel entonces.
Ante esa sentencia, el Maestro Irías
buscó apoyo en la Escuela Normal,
dirigida por el Profesor Francisco
Escorcia, quien aceptó prestar un
pabellón del centro educativo para
que iniciara a funcionar la universidad
pública en el “Diamante de las
Segovias”. De igual manera, buscó el
apoyo de profesores y trabajadores
administrativos, quienes con el afán
de retener la universidad para los
segovianos, iniciaron sus labores sin
contratación formal y sin devengar
salario alguno.
Otro contacto que estableció el profesor
Irías fue con Doña Magdalena
Úbeda de Rodríguez, quien de inmediato
se dispuso a la tarea de conseguir
pupitres para instalarlos en el
pabellón destinado a la universidad,
y así lograr que se iniciara a la mayor
brevedad posible el proceso de enseñanza
aprendizaje. Hoy, doña Magdalena
recuerda las gestiones realizadas
en aquel entonces: “Cuando se
estaba gestando la universidad, uno
de mis hijos trabajaba en una tabacalera,
y consiguió que esa empresa
donara 150 mil córdobas para la
universidad. Ese fue el primer monto
con que se contó, y se destinó para
la compra de 150 pupitres, que en
ese entonces costaba mil córdobas
cada uno”.
En el área docente, una de las primeras
maestras contratadas fue la
Reportaje Especial - 30 Aniversario
Licenciada Luisa Amanda Juárez.
Ella recuerda que luego de varias reuniones
con autoridades académicas
de la UNAN-Managua y un grupo de
maestros estelianos, firman contrato
e inician su labor pedagógica, en
medio de la desconfianza de la población.
“Tuvimos que hacer una labor
informativa y de divulgación muy
intensa, ya que los estudiantes no
creían en la apertura de una universidad
pública en Estelí, luego de la
experiencia de la UCA que solamente
funcionó cinco años”.
Por si esto fuera poco, el cuerpo docente
y administrativo, se tuvo que
enfrentar a constantes amenazas de
cierre del centro que tanto habían
luchado por construir. Las presiones
venían directamente de la decanatura
de Educación y Humanidades de
la UNAN-Managua. “En todas las
reuniones nos decían que el centro
estaba propenso a cerrar por limitaciones
presupuestarias y eso era
tensionante tanto para trabajadores
docentes como administrativos”
Rememora la profesora Juárez.
Los años 80, fueron testigos de la
guerra financiada por Estados Unidos,
que generó cuantiosas pérdidas,
tanto humanas como materiales.
En septiembre de 1980, asume la
dirección del Centro Universitario
Regional del Norte, el Profesor Ramonmanuel
Parrales Aranda, quien
fungió como director en tres períodos
(1980-1982, 1990-1994). Treinta
años después, él recuerda su primera
experiencia al asumir el cargo “En
esa ocasión no fui electo ya que el
sistema de ingreso era el de nombramiento
por parte de la vice rectoría
General Núcleo Managua o por
la Junta Universitaria de León (no
éramos Universidad independiente
todavía) Mi antecesor fue –efectivamente-
el Prof. Adrián Irías Carvajal
(encargado del CURN con la responsabilidad
equivalente a la de un
Director). Formalmente, el anterior
director, era el Prof. Francisco Escorcia
Rodríguez con quien no hubo
ningún contacto de transición”.
Para ese entonces, se ofertaba el año
básico y la licenciatura en Ciencias
de la Educación con orientación en
las áreas de: Matemática, Biología,
Ciencias Naturales, Español y Ciencias
Sociales. Por el contexto histórico
social de la época, se alternaban
tareas académicas con las orientadas
por la Junta de Gobierno, “toda la
comunidad universitaria –al igual
que toda la población- se las ingeniaba
para cumplir con las tareas
revolucionarias de defensa, educación,
las económicas, laborales
sociales, culturales, familiares, etc.
En ese contexto es que sobrevive el
CURN, incluyendo las promociones
de egresados y de graduados.” Recuerda
el Profesor Parrales.
De 1982 a 1990, el CURN es dirigido
por el Profesor Eduardo López
Herrera, veintisiete años después,
él valora el rol de la universidad en
ese contexto: “Nuestro centro estaba
ubicado prácticamente en una zona
de guerra, sin embargo en medio de
dificultades, logramos sobrevivir;
tratamos de garantizar la calidad
de la enseñanza con la flexibilidad
en el tratamiento a los estudiantes.
No podemos obviar que muchos de
ellos se movilizaban a estudiar desde
diferentes municipios de la región,
lo que era un riesgo, por las
emboscadas de la contra, o cuando
las movilizaciones a la producción o
a la defensa”.
En palabras del Profesor López Herrera,
la austeridad, eficiencia y transparencia
en el manejo de los pocos recursos
fueron factores fundamentales
para administrar el centro en medio
de la guerra. Otro elemento a señalar
es la sustitución paulatina de los docentes
de Managua por recursos de
la región, así como el movimiento de
alumnos ayudantes, con el que se promovían
a los estudiantes con excelencia
académica para que desarrollaran
trabajo docente con la asesoría de un
maestro de experiencia.
Diversificación de carreras
e incorporación de
Posgrado
En 1994, una mujer rompe con el esquema
de dirección masculina en el
CURN. La Maestra Ramona Rodríguez
Pérez asume el cargo, y con ella
inicia una serie de transformaciones,
que sumadas a las hechas por sus
predecesores, consolidan aun más la
calidad y excelencia del centro.
Ante el surgimiento de universidades
privadas en la región, en el CURN se
diversifica la oferta académica, ya no
sólo se atiende el área de Educación
y Humanidades, pues se amplía a
Ciencias Económicas y Administrativas,
Psicología, Ciencias Ambientales,
Derecho, entre otras.
Bajo la dirección de la Maestra Rodríguez,
se inician contactos con
universidades extranjeras, se firman
convenios de colaboración, y se abre
la oferta de Posgrado. Es así que se
empiezan a ofertar especialidades y
maestrías en diferentes áreas del conocimiento.
Todos estos avances, sumados al proceso
de auto evaluación institucional,
permiten que el Consejo Universitario
de la UNAN-Managua, en 2006,
ascienda el Centro Universitario Regional
a la categoría de Facultad, con
el nombre de Facultad Regional Multidisciplinaria
(FAREM Estelí).
Con el paso del tiempo, la FAREM
Estelí ha ganado reconocimiento
académico y prestigio nacional e internacional.
Como se ha narrado en
esta historia, no ha sido tarea fácil,
pero hecha posible gracias al esfuerzo
de personas altruistas que creyeron
en la realización de un sueño:
personal docente, administrativo, la
comunidad y por supuesto; los estudiantes
que confían su futuro en esta
casa de estudios, que espera continuar
formando profesionales para
las generaciones venideras.
Con el paso de los años, los fundadores
de la Universidad Pública en
Estelí se sienten orgullosos de haber
contribuido significativamente al desarrollo
educativo de la región y sobre
todo al acercar los estudios universitarios
a las personas de escasos
recursos económicos.
¡A la libertad por la Universidad!
Reportaje Especial - 30 Aniversario
Posgrado: 9 diplomados, 2 especialidades y 5 maestrías. • Infraestructura: cinco pabellones,
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Matrícula en 1979: 499
estudiantes Matrícula 2009: 2217 estudiantes
Dirección general: MSc. Ramona Rodríguez • Equipo de investigación: MSc. Ertilia Herrera, MSc. Beverly Castillo, MSc. Ileana
Gadea, Esp. Luz Angelina López, Lic. Graciela Farrach • Redacción: Lic. Graciela Farrach
Corrección de texto: MSc. Gerardo Hernández • Diagramación: F. Llanes Gutiérrez.
Reportaje Especial 30 Aniversario. Miércoles, 4 de noviembre de 2009
UNAN Managua U n i v e r s i d a d N a c i o n a l A u t ó n o m a d e N i c a r a g u a

Comentarios

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