Periodistas sandinistas

La Esteliana/ 09 de septiembre 2009

Sergio Simpson

Es imposible separar el mensaje de la ideología, pues el contenido que se refleja es producto de una concepción. Sin embargo, el periodista capaz destella la veracidad de hechos y análisis del suceso.

Quienes somos periodistas sandinistas, más bien debemos ser férreos defensores de los principios apuntados: veracidad y análisis; lo cual contribuiría a la superación de las deficiencias de nosotros, el partido, y la sociedad.

El problema fundamental para el equilibrio, radica en la escasez de la mayoría de periodistas sandinistas para abordar abiertamente los fenómenos que atañen al partido, con argumentos convincentes para la mayoría.

Puede parecer muy duro y despectivo el calificativo deficiencia, pero se manifiesta, en la suma de los casos, un mensaje sin resultados categóricos, pues no provee a la sociedad elementos de juicio para las transformaciones sociales.

Demasiada diferencia existe entre el discurso oficial y las actuaciones que no se puede obviar, ni avalar, sin caer en el descrédito o en la falta de incidencia para meter en razón que lo procedido es lo mejor para la prensa y la nación.

El periodismo ligado al Frente Sandinista, mejor dicho a Daniel Ortega, se ocupa de calumniar a quienes no están de acuerdo con la conducción, aunque éstos sean militantes del partido, con larga trayectoria, derecho a expresarse, y mostrar otra visión de hacer periodismo y política.

Propaganda, agitación y contrainteligencia ha sido una práctica del periodismo sandinista, debido a las circunstancias que vivió enfrentando a la dictadura somocista, defendiendo a la revolución, y en la oposición después de 1990.

Sin embargo, en vez de superar las calidades, sin guerra, ha reculado en contenido y calidad técnica, reasumiendo el gobierno con prácticas represivas más que axiomáticas de que el Frente Sandinista es la opción para las transformaciones socioeconómica en una sociedad capitalista, por tanto injusta.

Un verdadero cambio de sistema en Nicaragua, requiere de pensamiento crítico, no de continuidad de valores y actos tradicionales, de manipulación y reafirmación de conceptos feudales, absolutistas o dictatoriales, propios de una cultura impuesta.

No es factible pensar en cómo reprimir a la prensa opositora, sino en cómo el mensaje sandinista y sus actos son aceptados por la sociedad, y promoverle la libertad de argumentar y desenvolverse para atraerla hacia el proyecto que le beneficia. Insisto por eso en la veracidad, pues una explicación acompañada de acciones no va tener mayor oposición, aun desde los medios de comunicación adversarios.

Para quienes hemos sido periodistas sandinistas de antaño, la controversia ha radicado precisamente en resistirnos a la represión del periodismo opositor, y proponer la superación conceptual y profesional del sandinismo, apegados a la crítica para vencer los errores.

Para asumir pensamiento crítico, debemos retomar principios, atributos conceptuales, capacitándonos en ciencias políticas, estudiando el pensamiento de izquierda y aplicando nuestros conocimientos profesionales para un mejor resultado del mensaje, con base en considerarnos facilitadores de la comunicación social, aceptando la heterogeneidad del país.

La sociedad no es homogénea, la integran múltiples culturas, sin embargo el periodismo sandinista, en tanto ser revolucionario, debe contribuir a establecer un rango de aceptación en la multiplicidad. Ahí podría radicar el atractivo para que la mayoría de nicaragüenses acepten al partido como representante de sus intereses.

Más que un foro, de discursos acusadores contra los opositores y moralizante para los asistentes, el FSLN debiese promover, permanente, comisiones de trabajo para el análisis de discursos contrarios, revisión del contenido de los medios propios, y corrección de los desaciertos.

Para lograrlo, debe comenzar con buscar la unidad del periodismo sandinista en la diversidad, evitando los ataques, las calumnias, y aceptar argumentos y propuestas que contribuyan a la superación de los desaciertos que cometen.

Sin embargo, no puede haber unidad del periodismo sandinista, si el FSLN promueve el ejercicio de la profesión convocando y contratando a quienes no son periodistas. Al Foro de Periodistas Sandinistas asistieron quienes no son periodistas reconocidos por el CPN. Vemos otro tema que el FSLN nos obliga analizar.

Sergio Simpson
Director
Centro de comunicación y estudios sociales (CESOS)
Managua y Matagalpa, Nicaragua.
http://sergiosimpson.ysublog.com

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