Colegio de Periodistas: reformas y falsedades
La Esteliana/2 de septiembre 2009
Sergio Simpson
La Junta Directiva Nacional y la Comisión de Ética y Honor del Colegio de Periodistas de Nicaragua, con una justificación falsa, se tomaron atribuciones que no le corresponden al introducir a la Asamblea Nacional la propuesta de reforma a la ley creadora de la organización.
Esa gestión muestra la deficiencia organizativa del periodismo nicaragüense: limitante cognoscitiva para estructurarse y polarización política; la primera no permite fortalecer a la institución con métodos certeros, y la segunda fomenta la desunión relegando los temas y procesos de interés gremial.
Desde que se habló de reformas a la ley, hubo consenso en que sea el congreso del CPN, convocado a sesión especial, el que aprobaría artículo por artículo para enviarlo a la Asamblea Nacional de Nicaragua. Buscaríamos asesores constitucionalistas para entregar un proyecto sin vacíos o contradicciones jurídicas.
Después, la Junta Directiva cabildearía con las diferentes bancadas partidarias y las comisiones competentes para buscar aprobación, y los diputados no pudieran manejar la ley de acuerdo a sus intereses partidarios en detrimento del ejercicio de la profesión y la libertad de expresión.
Sin embargo, la Junta Directiva y el Comité de Ética y Honor (presidido por la periodista diputada Martha Marina González), obviaron el procedimiento y el 21 de abril envían carta al diputado Edwin Castro, Jefe de Bancada del FSLN, solicitando su “apoyo para impulsar la aprobación en el Parlamento de la Reforma a nuestra LEY CREADORA (…)”
En el encabezado del escrito aseguran que la gestión es “por mandato del Congreso Nacional, máxima instancia de decisión”, lo cual es falso. No existe un acta notarial donde el Congreso del CPN haya aprobado las reformas como tampoco atribuido la misión a ambas instancias del colegio.
Martha Marina González, en su calidad de diputada del FSLN, el 14 de mayo, suscribe mensaje enviado al Presidente de la Asamblea Nacional , René Núñez Téllez, y vuelve a mentir asegurando “que los aspectos planteados en la presente reforma, han sido producto de un mandato del Congreso del Colegio de Periodistas”.
Ese mismo día, González envía correspondencia al Primer Secretario de la Asamblea Nacional , Wilfredo Navarro, donde solicita que la reforma “sea tramitada para su pronta discusión y aprobación por las y los honorables diputadas y diputados”.
Queda demostrado que la Junta Directiva y el Comité de Ética y Honor, en dos meses de haber asumido el cargo prepararon las reformas a la ley. Fueron juramentados el 21 de febrero y el 21 de abril enviaron la carta al diputado Edwin Castro.
Haber excluido el consenso gremial para aprobar las reformas sitúa a la Junta Directiva en condición desfavorable, así como permitir facultades que no le corresponden a la Comisión de Ética y Honor, y por aún mentir sobre un tema de vital importancia para el periodismo nacional.
No voy a referir las incongruencias y peligros que presentan las reformas enviadas al parlamento, pues deben ser rechazadas, no han sido aprobadas por nuestra instancia: el Congreso Nacional del Colegio de Periodistas de Nicaragua; son producto de instancias no facultadas para tal fin y sobre todo mentirosas: quizá lo más grave.
Sergio Simpson
Director
Centro de comunicación y estudios sociales (CESOS)
Managua y Matagalpa, Nicaragua.
http://sergiosimpson.ysublog.com
Sergio Simpson
La Junta Directiva Nacional y la Comisión de Ética y Honor del Colegio de Periodistas de Nicaragua, con una justificación falsa, se tomaron atribuciones que no le corresponden al introducir a la Asamblea Nacional la propuesta de reforma a la ley creadora de la organización.
Esa gestión muestra la deficiencia organizativa del periodismo nicaragüense: limitante cognoscitiva para estructurarse y polarización política; la primera no permite fortalecer a la institución con métodos certeros, y la segunda fomenta la desunión relegando los temas y procesos de interés gremial.
Desde que se habló de reformas a la ley, hubo consenso en que sea el congreso del CPN, convocado a sesión especial, el que aprobaría artículo por artículo para enviarlo a la Asamblea Nacional de Nicaragua. Buscaríamos asesores constitucionalistas para entregar un proyecto sin vacíos o contradicciones jurídicas.
Después, la Junta Directiva cabildearía con las diferentes bancadas partidarias y las comisiones competentes para buscar aprobación, y los diputados no pudieran manejar la ley de acuerdo a sus intereses partidarios en detrimento del ejercicio de la profesión y la libertad de expresión.
Sin embargo, la Junta Directiva y el Comité de Ética y Honor (presidido por la periodista diputada Martha Marina González), obviaron el procedimiento y el 21 de abril envían carta al diputado Edwin Castro, Jefe de Bancada del FSLN, solicitando su “apoyo para impulsar la aprobación en el Parlamento de la Reforma a nuestra LEY CREADORA (…)”
En el encabezado del escrito aseguran que la gestión es “por mandato del Congreso Nacional, máxima instancia de decisión”, lo cual es falso. No existe un acta notarial donde el Congreso del CPN haya aprobado las reformas como tampoco atribuido la misión a ambas instancias del colegio.
Martha Marina González, en su calidad de diputada del FSLN, el 14 de mayo, suscribe mensaje enviado al Presidente de la Asamblea Nacional , René Núñez Téllez, y vuelve a mentir asegurando “que los aspectos planteados en la presente reforma, han sido producto de un mandato del Congreso del Colegio de Periodistas”.
Ese mismo día, González envía correspondencia al Primer Secretario de la Asamblea Nacional , Wilfredo Navarro, donde solicita que la reforma “sea tramitada para su pronta discusión y aprobación por las y los honorables diputadas y diputados”.
Queda demostrado que la Junta Directiva y el Comité de Ética y Honor, en dos meses de haber asumido el cargo prepararon las reformas a la ley. Fueron juramentados el 21 de febrero y el 21 de abril enviaron la carta al diputado Edwin Castro.
Haber excluido el consenso gremial para aprobar las reformas sitúa a la Junta Directiva en condición desfavorable, así como permitir facultades que no le corresponden a la Comisión de Ética y Honor, y por aún mentir sobre un tema de vital importancia para el periodismo nacional.
No voy a referir las incongruencias y peligros que presentan las reformas enviadas al parlamento, pues deben ser rechazadas, no han sido aprobadas por nuestra instancia: el Congreso Nacional del Colegio de Periodistas de Nicaragua; son producto de instancias no facultadas para tal fin y sobre todo mentirosas: quizá lo más grave.
Sergio Simpson
Director
Centro de comunicación y estudios sociales (CESOS)
Managua y Matagalpa, Nicaragua.
http://sergiosimpson.ysublog.com
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios me ayudan a crecer y ser mejor